En función del tipo de combustible utilizado tenemos diferentes tipos de calderas. Si el combustible es de origen vegetal y sólido estamos ante calderas de biomasa. En este caso nos centramos en los pellets.
Estas calderas de biomasa son las más ecológicas ya que el combustible tienen origen natural y es el más respetuoso con el medio ambiente: no producen gases de efecto invernadero ni dependen de combustibles fósiles, contaminantes o no sostenibles. Además, son una opción muy eficiente y económica a nivel de consumo, ya que el combustible es más barato que el gasóleo o que el gas natural.
¿Caldera o estufa de pellet?
Es habitual confundir ambos términos. Su parecido es que ambas utilizan los pellets como combustible. Las estufas de pellets no cuentan con grandes potencias (suelen estar sobre los 10 kW) por lo que suelen usarse para calentar estancias individuales o como calefacción adicional.
Funcionamiento
Su base de funcionamiento es similar a la de otras calderas: las calderas de biomasa o calderas de pellets queman el combustible generando una llama horizontal que entra en la caldera. El calor generado durante la combustión es transmitido al circuito de agua en el intercambiador que incorpora la caldera, con lo que se obtiene agua caliente para el sistema de calefacción.
Calderas de pellets
Las calderas de pellets necesitan un contenedor o silo para el almacenaje del combustible natural situado próximo a la caldera. Desde este contenedor, un alimentador de tornillo lo lleva a la caldera, donde se produce la combustión. Precisamente por la necesidad de espacio para su instalación estas calderas de pellets se recomiendan para casas unifamiliares o rurales donde se suele disponer de este espacio extra.
Al quemar combustible natural, como son los pellets, suele producirse algo de ceniza, que generalmente se recoge de manera automática en un cenicero que debe vaciarse varias veces al año.
Las calderas de pellets (a diferencia de otras calderas de policombustible) únicamente se alimentan de combustibles uniformes (los pellets) que se absorben a la caldera por medio de succión o tornillo sin fin. Son las más comunes para potencias medias y para generar calefacción y agua caliente sanitaria mediante acumulador para viviendas de hasta 500 m2. Además, varias son ya las comunidades de vecinos en España que han apostado por la biomasa para generar la calefacción y el agua caliente sanitaria del edificio, obteniendo hasta un 20 % de ahorro con respecto a calderas de combustibles fósiles.
VENTAJAS DE LAS CALDERAS DE BIOMASA – PELLETS
- Precio. Al tratarse de un combustible que no depende de mercados internacionales como los combustibles fósiles, el precio es más económico y estable en el tiempo. La biomasa, y en este caso los pellets, es el combustible con el precio más competitivo para el usuario final, por lo que una caldera de pellets aporta rentabilidad y confort económico.
- Tecnología. La tecnología de las calderas de biomasa es segura y avanzada. Requiere un mantenimiento más sencillo. Con las calderas de condensación a base de biomasa el rendimiento aumenta hasta un 105 %, permitiendo un ahorro de combustible de hasta el 12 %.
- Energía limpia y renovable. Sus emisiones son CO2 neutro, ya que proviene de combustible natural que se regenera. La extracción de biomasa forestal ayuda a la limpieza de los montes previniendo los incendios. La biomasa supone una fuente de empleo en el ámbito rural y es respetuosa con el medio ambiente.
DESVENTAJAS DE LAS CALDERAS DE BIOMASA – PELLETS
- Menor poder calorífico en comparación con los combustibles fósiles.
- Necesita un gran espacio de almacenaje.
En Gerco trabajamos con primeras marcas como FERROLI – HERGOM – JEREMIAS – NORDICA – LACUNZA, garantizando las mejores calidades de estas calderas de biomasa-pellets.